Las relaciones amorosas evolucionan desde la pasión al compromiso, pudiendo desarrollar la intimidad en el camino y manteniendo o no la pasión con el pasar del tiempo. Pero, en esta transición, la mayoría de parejas sufren un declive… que si no se aborda a tiempo, es muy posible que no se pueda salvar la relación.
Cuando comenzamos una relación, todos lo hacemos con lo mejor que llevamos dentro. Proyectamos en muchas ocasiones todo lo que nos gustaría que nuestra pareja fuese o tuviese, todo ello desde una óptica distorsionada por la efervescencia del enamoramiento. Con toda esa corriente eléctrica moviéndose por tu cerebro, que te lleva a querer practicar sexo a cada rato, sumado a que en ese estado de éxtasis los defectos de nuestra pareja nos parecen nimiedades… El resultado es un subidón de adrenalina y oxitocina ¡¡que es una pasada!!
La cosa empieza a complicarse cuando estos “efectos” comienzan a perder fuerza. Es progresivo, y a menudo nos auto-convencemos de que esto es lo normal, parte de las fases en una relación… y sí, sí que lo es. Pero si somos capaces de detectarlo a tiempo, y aprendemos a valorar nuestra relación, tendremos más oportunidades de reinventarnos como pareja, y avivar esa chispa. Que sin duda será diferente a la explosión de los inicios, pero con un amor y una complicidad mucho mayor.
Por todo ello es muy importante, no importa cuándo lo hagas, mientras lo hagas: “pararte” y “reflexionar”. Si no te encuentras feliz, sereno, en armonía con tu relación de pareja, pregúntate ¿Por qué? ¿Puedes hacer algo para cambiarlo? ¿Tu pareja se encuentra en sintonía con tu percepción? ¿Queréis probar daros una oportunidad haciendo algo distinto a lo conocido anteriormente?
Tanto si tus inquietudes son a título personal, o conjuntas con tu pareja: el abrirse, explorar las necesidades de cada uno, los tiempos… son importantes para restablecer la conexión.
O, si por el contrario, consideráis que no tiene solución el seguir en esa relación de pareja, trabajadlo para que seáis capaces de dejar ir a la persona guardando un buen recuerdo de él/ella por todo el tiempo compartido.